sábado, 11 de abril de 2020

" El despertar montañero " 2012

Con la llegada de la semana santa llega el momento de rezos y procesiones para algun@s; mientras otr@s muchos salen a buscar "la paz" o saborear la libertad, como no podía ser de otra manera, colgados por las montañas. Pero "los planes del destino", no tienen encuenta los particulares de cada uno y con contundencia, nos hecha todo por la borda .. absolutamente todo. Ni procesiones, ni festejos, ni viajes, ni montaña; tod@s guarecidos y a "salvo" en casa. Viviendo con la incertidumbre, e incluso miedo, de que vendrá en el futuro; aunque buscando siempre el lado positivo, que siempre lo hay.

Que no se pueda pisar las calles, no quiere decir que no se pueda "viajar". Algún rato lo podemos hacer a través de la ventana o para más interés, "un viaje en el tiempo", sin necesitar la ayuda de "doc" o un valioso delorean. Simplemente acomodar "las posaderas", hacer oídos sordos del mundo exterior y por último cerrando los ojos; la mente es capaz de transportarnos a aquellas vivencias que hoy nos hacen saborear la tan ansiada libertad ...


Corría un frío invierno, de aquellos en los que "más vale jumo que jaire" e incluso las calles de Pamplona se convertían en casi una estación de esquí, y cualquier excusa valía para no descolgar las botas e ir dejando el tema una vez tras otra, para la siguiente semana. El peso del turrón o los villancicos suponen un punto de inflexión para cruzar esa "línea" y calzarse las botas en una oscura y fría mañana de enero; dando comienzo a una historia que a día de hoy todavía se está escribiendo ... "el despertar montañero" del que suscribe, pues hay quien a tejido la suerte de "mamar" montaña desde que sabe caminar y otr@s hemos tenido otras suertes ;).

De la mano del grupo de Etxabakoitz empezó la aventura por lugares conocidos, aunque las compañías hacían que disfrutaras de ellos como si fuera la primera vez. Los nuevos destinos se sucedían uno tras otro, con las más inhóspitas condiciones o las más bonitas estampas invernales que admirar. Pasamos días de no llegar donde queríamos, de encontrar lugares que ni esperábamos, subir a las míticas cumbres de nuestra geografía, dar con recónditos lugares y de "aguarnos" los planes, pero disfrutar igualmente. 
Al final, poniendo la guinda, damos el salto a la gran cordillera. Yendo de menos a más con compañer@s que en apenas un puñado de días se tornan en buenos amig@s, con los de siempre, que mientras sea juntos, se unen a un bombardeo o siendo acogido unos días por una familia como si fuera uno más. Y esto no había hecho más que empezar ...


Agradecer gran parte de las fotos al fotógrafo oficial del GM Etx. Marcos, a A.N. y la familia Asurmendi.

🏠#DeL RìO#🏠

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